Hackeando Humanos: Implicaciones Éticas
La humanidad se esfuerza por ser
mejor. Generación tras generación, trabajamos como individuos y como sociedad
para mejorar nuestras vidas y las de nuestros descendientes. Con el tiempo,
nuestro desarrollo tecnológico ha sido exponencial, hasta llegar el punto en
que los escenarios que solo parecían tener un lugar en un guión de ciencia
ficción se están convirtiendo rápidamente en realidad. Las innovaciones
científicas, cada vez más diversificadas y aceleradas por el sector privado,
nos están brindando las herramientas para poder modificarnos a nosotros mismos
y a nuestros hijos.
A esto nos referimos como
"mejora humana (human enhancement)",
que podría definirse como "cualquier intento de superar temporal o
permanentemente las limitaciones actuales del cuerpo humano a través de medios
naturales o artificiales" (IEET 2009 – traducción propia). Esto no se
limita a usos terapéuticos, sino que se extiende a tecnologías de alteración
voluntaria, tales como: ingeniería genética, robo-prótesis, implantes
neuronales e interfaces cerebro-computadora, nanomedicina, y muchos otros.
Estas tecnologías, entonces, nos dan la opción de ser más de lo que estábamos
físicamente diseñados para ser. La pregunta es, entonces, ¿es correcto hacerlo?
Para los usos médicos, en el caso
de las tecnologías meramente orientadas a tratar las lesiones y la enfermedad,
el consenso general es que su uso es justificable y ético. Es cuando entramos
en el reino de las alteraciones "no necesarias" que surge el
verdadero debate. Aunque los argumentos pueden diferir cuando se refiere a una
u otra tecnología, la narrativa central generalmente se construye en torno a
tres ejes temáticos: la filosofía moral de estas tecnologías, su impacto en el
individuo y sus implicaciones en la sociedad como un todo.
Desde un enfoque puramente
filosófico, un consenso objetivo e imparcial es difícil de alcanzar. Por un
lado, la libertad de elección y el derecho a decidir sobre nuestro propio
cuerpo pueden justificar cualquier alteración o mejora, siempre que no perjudique
a nadie. Estas mejoras, también enmarcadas como "habilitaciones" (enablements) por parte de sus defensores,
pueden verse como una aceleración justa de nuestra evolución, orientadas hacia
un bien mayor. Por otro lado, estas acciones también pueden verse como
"jugar a ser Dios", y simplemente "incorrectas" sobre la
base de que alteran directamente el desarrollo físico natural de nuestra
especie.
Desde la perspectiva del
individuo, estas tecnologías pueden verse como excesivamente intrusivas,
especialmente en el caso de las modificaciones genéticas realizadas en los
niños antes del nacimiento. En estas situaciones, así como en los
procedimientos de mejora de adultos, los resultados pueden tener un tremendo
impacto en la identidad y la autopercepción, ya que pueden dar lugar a
sensaciones de deshumanización o cambios de personalidad (DeGrazia 2005). No
obstante, estos cambios de personalidad también pueden conducir a vidas mejores
y más estables, y no necesariamente tienen que desembocar en una consecuencia
nociva.
Finalmente, el transhumanismo
tiene implicaciones éticas cuando se lo escala a la sociedad como un todo. Por
el hecho de que la opción de mejorarse solo estaría disponible para la clase
social superior al principio, estas alteraciones físicas significarían otra
ventaja sobre la clase trabajadora y las personas más pobres. Esto, a su vez,
ampliaría la desigualdad de oportunidades entre quienes pueden acceder a estas
tecnologías y quienes no pueden, hasta el punto en que la longevidad podría
depender por completo del acceso a grandes cantidades de recursos monetarios.
Sin embargo, aquellos que abogan a favor de la mejora humana podrían argumentar
que la injusticia ya es omnipresente en la sociedad, y ha estado allí a lo
largo de la historia, incluso en ausencia de transhumanismo (Farah 2002).
Quienes estén a favor de estas tecnologías también podrían argumentar que para
escalarlas y hacerlas accesibles al público en general, es necesario limitarlas
inicialmente a quienes tienen un mayor poder adquisitivo.
En resumen, existen implicaciones
serias que vienen con el desarrollo tecnológico, que deben abordarse a tiempo, con
el fin de evitar conflictos posteriores y procedimientos burocráticos
interminables que podrían obstaculizar la innovación y ser contraproducentes. A
pesar de las opiniones radicalmente opuestas sobre el tema, existe una amplia
gama de aplicaciones universalmente beneficiosas para estas tecnologías, y por
lo tanto, su manejo responsable podría significar el comienzo de una nueva era
para la humanidad. Sin embargo, una cosa es cierta: el desarrollo de la ciencia
no se puede detener, pero nos corresponde a nosotros darle el enfoque necesario
para construir un futuro mejor para todos.
" El poder genético es la
mayor fuerza de este universo, pero usted lo esgrime como el niño que ha
encontrado el revólver de su padre..." (Jurassic Park, 1993)
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